La importancia de la gestión del tiempo para estudiar en línea  

Yolanda Alonso Avelar

Colaboradora en la UV – CNCI

La gestión del tiempo ha significado uno de los hábitos que brindan al ser humano la oportunidad de cumplir con sus actividades cotidianas, por esto, se presenta como principal objeto de estudio la falta de tiempo entre los estudiantes, en especial, en aquellos que llevan sus estudios a partir de una modalidad en línea, por lo que, al fomentarse desde las escuelas, brindan a los estudiantes recursos para cumplir con sus actividades académicas y compaginarlas con su vida diaria. 


Es común que los estudiantes tengan dificultades a la hora de llevar a cabo sus actividades académicas, independientemente de la modalidad educativa en la que se encuentren. Desde lo presencial hasta lo virtual, los alumnos cada vez carecen más del factor tiempo a la hora de entregar actividades, lo que les impide que estas tengan la calidad, pertinencia y respaldo adecuados. Realmente, ¿les hace falta tiempo? o acaso, ¿no gestionan adecuadamente el tiempo para cada actividad? 

De manera general, es imprescindible que el estudiante cuente con las herramientas y conocimientos necesarios para administrar el tiempo que dedica a su vida personal, laboral y estudiantil, sobre todo aquel estudiante que cursa en la modalidad en línea, pues es donde hay mayores incidencias a la hora de entregar actividades, e incluso, para culminar sus estudios. Es posible identificar que uno de los problemas más frecuentes en estudiantes de la modalidad en línea es el tiempo que le dedican a la realización de actividades y a la lectura de las fuentes que se les proporcionan para que realicen sus tareas académicas, por su parte, un factor determinante que impacta en la modalidad presencial es la disposición para asistir a las reuniones de clase.  

En cualquiera de los casos, el factor “tiempo” dificulta, por un lado, la revisión de trabajos y actividades por parte del docente, y por otro, el aprendizaje significativo de los estudiantes ya que suelen recurrir a entregar sus actividades a manera de copia íntegra de recursos encontrados en internet. Por mencionar algunos de los sitios web que son frecuentemente consultados por los estudiantes se habla de blogs, foros, entre otros. Con lo anterior no se pretende establecer o comprobar que el consultar en otras fuentes distintas a los proporcionados oficialmente en los programas de estudio sean erróneas, sino más bien, sería trascendental conocer por qué el estudiante prefiere realizar actividades a partir de esos recursos. Es común que personas adultas opten por estudiar en la modalidad en línea, incluso argumentan que con ello pueden “ahorrar” tiempo al momento de trasladarse o mientras están en la escuela. Sin embargo, ese tiempo lo tienen que utilizar en leer una gran cantidad de recursos que les proporciona la escuela, por lo que puede convertirse en un problema debido a la gran cantidad de información, dificultando así la comprensión de los textos.   

Aunado a lo anterior, se presume que, además de los problemas antes mencionados, los estudiantes optan por buscar el tema resumido en internet y, a partir de esto realizar la actividad correspondiente para cumplir con los tiempos de entrega; por esta razón copian y pegan información de internet, ya sea porque es más rápido o porque les cuesta trabajo la redacción y, en el peor de los casos, piensan que el docente no revisará con detenimiento el trabajo; lo anterior derivado de una saturación en su vida laboral y estudiantil, por lo que postergan la realización de tareas y cuando quieren dedicarle tiempo ya están cansados o saturados de pendientes. 

Teniendo en cuenta los motivos anteriores, se puede argumentar que el problema en los estudiantes de la modalidad en línea no es “la falta de tiempo”, sino más bien una inadecuada gestión del tiempo. Por ello, es necesario e imprescindible que el estudiante cuente con las herramientas y conocimientos mínimos para una adecuada administración.    

Por su parte, en un sistema educativo escolarizado, la misma interacción presencial hace posible llevar una calendarización de manera exitosa, pues esta interacción da paso a una comunicación de manera conjunta, activa y en tiempo real. No obstante, en la educación en línea los alcances se han ampliado con la participación de docentes especializados en cada área de conocimiento y en TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación) y TACs (Tecnologías del Aprendizaje y del Conocimiento). De esta manera, es posible ofrecer alternativas adecuadas para que estudiantes a los que se les dificulta tomar clases presenciales puedan tener acceso a la educación de acuerdo con sus ocupaciones y quehaceres diarios.  

Sin duda, la intención de la educación desde esta modalidad es que el alumno sea capaz de ser autogestivo, de organizar sus tiempos, adquirir más responsabilidades y, sobre todo, de estar actualizado. 

Ante ello, la gestión del tiempo es considerada como una serie de conductas para facilitar determinadas tareas como horarios, actitudes, planeaciones, logro de metas. De ninguna manera es una simple calendarización de actividades, pues es más una serie de acciones que deben formarse como un hábito.


“Gestionar el tiempo de forma correcta es un proceso continuo, no sirve de nada hacerlo una sola vez”, – Harvard Business Review.


Lo anterior es debido a que constantemente las cargas de trabajo, contenidos y diversos factores van cambiando, un ejemplo de ello es cuando se inicia algún curso, por lo regular las tareas y actividades son muy pocas pues apenas se está conociendo el contenido, no obstante, la carga no será la misma al finalizar, donde por lo regular es común que existan cargas considerables de trabajo. 

Harvard Business Review, (2021) asegura que constantemente será necesario priorizar u organizar y, en su defecto, reorganizar el tiempo para las actividades pues en ocasiones será necesario adaptarlo. Para efectos de reorganización, este recomienda 4 elementos clave que permiten distribuir el tiempo (ver figura 1).

Figura 1. Formas para redistribuir el tiempo 

Fuente: Elaboración propia 

De tal forma, se entenderá que lo más relevante será lo primordial a trabajar, por consiguiente, el tiempo a emplear en cada actividad determinará los ajustes en el horario. 

No obstante, en cualquier sistema educativo la principal intención es que el estudiante desarrolle sus capacidades y actúe de forma independiente. En este sentido es de gran relevancia el término “autorregulación” que se refiere a «… acciones, sentimientos y pensamientos autogenerados que son planeados y cíclicamente adaptados para alcanzar metas de aprendizaje” (Zimmerman, 2000 citado en Chiechar, Donolo, y Rinaudo, 2009). 

Sin duda, la autorregulación implica niveles de responsabilidad por parte del estudiante pues esto define acciones para planear, bajo la idea de llegar a una meta en concreto con un sentido de compromiso. En este punto, el manejo del tiempo es fundamental ya que se trata de una planeación a partir de proyectos a corto y mediano plazo y, en última consecuencia, un plan de vida. 

Por el contrario, el manejo inadecuado de los tiempos, o también conocido como procrastinación, conlleva a rendimientos magros o en su defecto, al fracaso. Para ello, es necesario considerar la deserción escolar, derivado de la inadecuada preparación del egresado en las licenciaturas como un fracaso en un proyecto personal, académico y laboral.  

Garzón y Flores (2017), retoman lo siguiente:  

La procrastinación es la tendencia a gastar el tiempo, demorar y aplazar de forma intencionada algo que debe ser hecho (Tuckman, 2003), aun siendo consciente de las consecuencias negativas que ello pueda comportar (Klingsieck, 2013). Esta conducta implica posponer el inicio de una tarea, completarla en el último momento, sobrepasar los límites temporales fijados para la misma o incluso evitar indefinidamente su realización. Para ello, el individuo procrastinador adopta un papel activo, decidiendo realizar determinadas tareas antes que las que debería afrontar, frecuentemente por las compensaciones que obtiene o por eludir experiencias aversivas (Rozental & Carlbring, 2014).

Sin duda, la conducta de procrastinación se encuentra presente entre los estudiantes que por alguna u otra razón, dejan al final la realización y ejecución de planes, tareas o actividades, provocando el impedimento para avanzar. 

La procrastinación académica juega un papel importante en la deserción universitaria (Garzón & Gil, 2017a), la salud física y mental de los estudiantes o el estrés (Cardona, 2015, citado en Garzón y Gil, 2017). En el sistema educativo en línea, el estudiante no cuenta con algún apoyo del grupo y/o compañero de clase, hasta cierto punto, está solo y por ello debe gestionar de manera personal y específica el tiempo.


“En estos ambientes, quizás más que en ningún otro, el estudiante va a necesitar poner en juego habilidades de planificación, regulación y monitoreo de su propio proceso de aprendizaje”, – Chiechar, Donolo y Rinaudo. 


Por su parte, algunas instituciones educativas que ofrecen la modalidad en línea han implementado aspectos de acompañamiento como la del asesor o el tutor que guían y apoyan el proceso educativo, a pesar de ello, pareciera no ser lo suficientemente efectivo, pues en esta modalidad es aún más cotidiano que exista un alto nivel de abandono escolar. En general este tipo de modalidad es complicada, pues requiere de un fuerte compromiso y una autogestión por parte del alumno. Ahora bien, será importante que las instituciones educativas busquen y promuevan los apoyos necesarios hacia los estudiantes con tal de aumentar los índices de permanencia y posteriormente de egreso, incluso, será importante que analicen y evalúen su planeación didáctica, planes de estudio, entre otros. La elaboración de contenidos, la selección de materiales y su dosificación, así como las actividades adecuadas permitirán un mejor desempeño escolar y profesional en lo inmediato. 

Para cualquiera de las dos modalidades educativas es posible encontrar herramientas que permitan que cada estudiante pueda llevar un control de sus actividades, existe la manera tradicional, desde hacer una lista en un papel, hasta utilizar programas o aplicaciones en versiones gratuitas o de paga, que permiten hacer cálculos más específicos.


“Una vez que hayas clasificado tus tareas en categorías, puedes crear una herramienta para hacer un seguimiento del tiempo”, – Harvard Business Review.


Desde luego, los aplazamientos del tiempo forman parte de la idiosincrasia del mexicano, siendo esto un estereotipo de particular caracterización. Por un lado, el hecho de aplazar las tareas, no significan que van a desaparecer, lo que da paso a que los estudiantes se sientan afligidos, con desesperación, angustia, o estrés. Por otro lado, hacer las tareas y los trabajos sin la calidad y pertinencia adecuadas dificulta el aprendizaje y la formación de los estudiantes como profesionistas.

Igualmente, algunos individuos tienen la idea de que el hecho de estudiar en línea es algo muy fácil, incluso más que estudiar de manera presencial, sin embargo, en ambas modalidades se requiere de tiempo, en el caso de los estudiantes que optan por el esquema presencial podemos deducir que tienen un poco más de tiempo para ello y, el que estudia en línea carece de él.

Desde mi punto de vista, el estudiante en línea no sólo requiere de tiempo, también de mucha motivación y de disciplina en muchos sentidos, en este punto destaco la importancia del acompañamiento que da la institución por medio de asesores y tutores.  

La gestión del tiempo es importante para todos los estudiantes y, en general, para todas las personas, por ser un hábito que brinda un valor significativo a priorizar las acciones que realizamos día con día como el trabajo, la familia y los estudios en línea, ya que la preparación para ser profesionista es igual de importante que en la modalidad presencial, no obstante, esto puede ser posible si se gestiona el tiempo de forma efectiva y significativa.

En virtud de lo anterior, poco se habla de la administración del tiempo como competencia o habilidad y mucho sobre que el propio estudiante deba saber o buscar la forma de organizar su tiempo para cumplir con sus responsabilidades personales, laborales, sociales y estudiantiles. Por ello, considero importante que las universidades cuenten con esquemas para fomentar en los estudiantes la aplicación de estrategias para gestionar su tiempo. 


Referencias 

Chiechar. A., Donolo, D. y Rinaudo, M., (2009). Gestión del tiempo y el ambiente de estudio en cursos online. Estudio comparativo de tres grupos de estudiantes de diferente perfil. I Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, (I), 1-4. https://www.aacademica.org/000-020/331.pdf  

Garzón, A. y Gil, J. (noviembre de 2017). Gestión del tiempo y procrastinación en la educación superior. Universitas Psychologica. 16(3), 1-13. https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/revPsycho/article/view/13103 

Harvard Business Review, (2021). Cómo gestionar tu tiempo. Editorial Reverté. 


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Alonso, Y. (12 de diciembre de 2022). La importancia de la gestión del tiempo para estudiar en línea. Sociedad e Industria CNCI. https://universidadvirtualcnci.mx/la-importancia-de-la-gestion-del-tiempo-para-estudiar-en-linea/

Un comentario de “La importancia de la gestión del tiempo para estudiar en línea  

  1. Cobos Ruiz Nery Magdiel dice:

    La administracion de nuestro tiempo ha sido un gran problema para muchos, ya que siempre damos por estar muy ocupados que no nos da tiempo nuestras actividades diarias. Apartir de ahora ya tenemos muchas herramientas y pasos a seguir para poder administrar nuestro saldo de 24 horas que tenemos cada dia.

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