Clara Mendoza 

Colaboradora UV-CNCI

Desde muchas perspectivas, el amor es un sentimiento que tiene origen en el momento en que comprendemos quiénes somos y qué queremos ser, cuando tenemos consciencia, plenitud o reconocemos nuestros gustos y experimentamos cosas nuevas. El amor puro, hoy día, nos conduce a hacer lo que más queremos. 

En el transcurso de mi vida, hasta este momento, me ha pasado un poco de mucho, pero no de todo, supongo. Para vivir de todo me faltaría vivir lo del mañana, pero hoy no me preocupo por el todo, sino por lo que está, por las experiencias vividas. 

¿Y qué es lo que está? Una vida completamente dispuesta a emprender con constancia lo que hoy por hoy existe, incluso con duelos de personas que ya no están por fallecimiento y cierres de relaciones. También, está presente el descubrimiento de algo nuevo al reconocer quién soy y quiero ser; mi relación conmigo misma, con los demás y mis decisiones frente a cada circunstancia.  

A lo largo del tiempo he descubierto muchísimo de mí, hoy más que nunca he querido ser consciente de la importancia de custodiar mi autenticidad y plenitud. He redescubierto mis gustos, lo que creí que eran o tenían que ser para siempre, pero han cambiado, no tienen que ser los mismos, porque el momento, las circunstancias, el ambiente, la conciencia y muchos más factores los hacen diferentes, por lo cual, personalmente, he deducido que hay etapas distintas para lo que me gusta o me ha gustado. En fin, todo lo que he llegado a ser me gusta, pero hoy quiero probar algo diferente. Creo que tener preferencias es muy relativo y, en algún momento, me causaba conflicto encasillarme en un gusto por un tipo de ropa, de zapatos, hobbies, trabajo profesional, comida, color, música, arte, entre otros. Sin embargo, algo que, en definitiva, he logrado reconocer y que sigo teniendo como certeza es mi gusto por hablar, desde muchas perspectivas, sobre el amor.  

El amor me consume, me apasiona hablar y cantar sobre él. Al final de esta charla, caemos en él, nuestro punto de partida, qué ironía, ¿no? Sí, el amor nos mueve, de manera literal o en sentido figurado. El amor nos conduce a lo que hoy por hoy hacemos, de diferentes formas nos orienta día a día, y al final de nuestra jornada es la búsqueda más silenciosa, pero, también, la más notable, con la que saciamos lo más profundo de nuestro ser. Nuestra esencia es el amor. 

¿Lo ven? Salió el tema sin siquiera tener un objetivo claro de querer escribirlo. Sin embargo, inconscientemente, tengo claro mi gusto profundo por hablar del amor. 

Realmente, no es que me haya ido bien en el amor, pero el amor es algo más que cómo te fue en las relaciones que has tenido o tienes… va más allá de lo que pueden darte los demás o lo que des a los que están a tu alrededor. El amor es, incluso, más de lo que sabemos que es o de lo que hemos experimentado. Tengo la certeza de que absolutamente todos hemos probado, de manera pura, el amor, tal vez sin reconocerlo, pero ha estado presente. Y sí, el amor me ha lanzado a hablar, claro, sobre él. En definitiva, sé que aún me queda mucho por conocer: el amor en mi día a día, experimentar el amor y subirme al barco para navegar con él.  

Entonces, sí, el amor es más de lo que tú y yo hemos conocido. Lo que te he compartido, en la vida diaria y cotidiana, ha sido un trabajo constante y comprometido. Para ti, ¿cómo ha sido conocer, vivir y experimentar el amor? 

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Mendoza, C. (24 de junio de 2022). La certeza de hoy: el amor. Sociedad e Industria CNCI. https://universidadvirtualcnci.mx/la-certeza-de-hoy-el-amor/