Una filosofía personal

Ana Silvia Guel Jiménez

Lic. en Ciencias de la Educación y Colaboradora UV-CNCI 

El hecho de hablar sobre una filosofía personal no es solo lanzar palabras al aire, sino pensar y razonar de manera profunda determinados aspectos, según el conocimiento y la perspectiva de cada individuo. No obstante, la filosofía personal es un término que conlleva una gran responsabilidad y puede adaptarse y transformarse según el tiempo en que nos encontremos.  


Para indagar sobre la experiencia de cada individuo no bastarían mil vidas, se necesitaría una infinidad. La filosofía se deriva de explicar el funcionamiento de la vida y las cosas, desde la perspectiva de cada individuo. Por otro lado, uno puede identificarse con las características de cierto grupo filosófico al que creemos pertenecer, pero, en el momento que surgen pensamientos únicos, con una perspectiva individual, es cuando se conforma una filosofía personal.  

No obstante, reconocemos que la filosofía es muy antigua y sus ideales, conceptos y corrientes del conocimiento siguen adaptándose a nuestro tiempo. El ser humano es tan adaptable que no solo ajusta diferentes formas de su comportamiento para evolucionar o trascender como especie, sino que, silenciosamente, transforma su pensamiento. Por otro lado, nuestra intuición también ha desempeñado un rol fundamental en estos procesos de adaptación. Hemos realizado grandes descubrimientos a través de nuestros sentidos, de la conexión de neuronas para encontrar una solución al rompecabezas; así, lo que para uno puede ser un juego de ajedrez, para alguien más, un juego de bloques y, por qué no, también un par de dados.  

Cuesta creer que somos parte de todo lo que nos rodea y que nuestro libre albedrío conlleva gran responsabilidad y, por ende, si no es llevado de manera consiente e imparcial se termina afectando a nuestro alrededor. Teniendo en cuenta esto, podemos plantear que nuestro pensamiento es libre, pero ha sido arrebatado por nosotros mismos, lo hemos esclavizado y sometido a juicios, criterios masivos, doctrinas, a formas de vivir “educadamente”, y lo hemos sobrecargado con reflexiones banales. No nos detenemos a razonar que nuestros pensamientos determinan el siguiente paso a dar y la dirección a tomar, o deciden quedarse a contemplar y guardar silencio.  

Por las razones comentadas, una filosofía personal no es solo lanzar palabras al aire, sino pensar profundamente y razonar sobre la templanza, pues ejercer esta virtud será una de las herramientas más fuertes para llevar a cabo la toma de decisiones próximas y cuidarnos de actuar impulsivamente. En muchas ocasiones se presenta en el subconsciente, pues está sujeta a nuestra personalidad, se muestra en su esencia pura, sin plagios, es única, y, en otras palabras, es la forma en la que uno cree que se debe de vivir y en la que permitimos a nuestra conciencia elegir. Al fomentar la filosofía personal se consolida un criterio propio, una perspicacia intelectual y una manera de conocerse realmente, pues la pregunta principal con la cual se aborda es ¿quién soy?  Esta posee interminables respuestas vacías, pues no es fácil de responder, además, cambiarla por la pregunta ¿qué quiero? podría evitar que se deje accionando el interruptor de la libre toma de decisiones.  

En este punto, es importante destacar que la presente reseña partió de la charla llevada a cabo por el canal Reflejos de la mente (2014), en la cual se plantea la pregunta ¿qué es la consciencia?, y un grupo de participantes expone su definición o interpretación. El hilo que conecta esto con lo expuesto anteriormente es si cada uno habla a partir de su conocimiento inculcado o de lo aprendido a través de una filosofía personal. También, se podría cuestionar si la finalidad del coloquio es demostrar quién posee mayor conocimiento sobre el tema. La frase que fue compartida por la moderadora: Ser un individuo o simplemente estar en el mundo sin ningún sentido, se refiere a que un individuo puede ser cualquier persona, pero su vida está dirigida por un valor y significado, y vagar sin ningún sentido es encontrarse en el mundo sin ser consciente de la propia autenticidad. Igualmente, tomando en cuenta esta frase, reformularía la premisa a: ser consciente del ahora o simplemente vagar por la vida sin ningún sentido. La razón para reformularla es señalar que podemos fomentar una auto reflexión, actuar conforme a los propios pensamientos y no bajo la inercia. Es difícil estar despierto conscientemente todo el tiempo, pero es parte de la búsqueda de una filosofía personal. En los pequeños momentos se tiene en cuenta la importancia del ahora, y será gratificante y placentero saber que nadie puede quitárnoslo, pues ya no es algo insignificante, sino con significado y sellado por el individuo, su único autor.    


Referencias 

Reflejos de la mente. (4 de octubre de 2014). Ser o no ser–El sol de medianoche-TVE. https://youtu.be/pXPWHtgJOf4 


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Guel, A. (24 de junio de 2022). Una filosofía personal. Sociedad e Industria CNCI. https://universidadvirtualcnci.mx/una-filosofia-personal/ 

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