Fernanda Estephanía Gámez González
Colaboradora en la UV-CNCI
La falta de descanso conlleva a que los seres humanos presenten problemas del sueño, pero, también, algunos expertos aseguran que tener un descanso de mala calidad puede afectar el día a día. En este sentido, las dificultades para dormir pueden llegar a causar trastornos, padecimientos y secuelas graves, incluso hasta permanentes, en los niños. Por esta razón, es importante prestarles atención a las problemáticas mencionadas e irlas solucionando.
Alguna vez te has preguntado, ¿qué pasa si no duermes lo suficiente? Los problemas de sueño pueden ocasionar graves consecuencias y, según expertos, tener un descanso de mala calidad repercute en las actividades cotidianas de las personas. Además, las dificultades para conciliar el sueño en la niñez pueden llegar a causar trastornos, padecimientos y secuelas permanentes, por lo cual, es importante conocer sus consecuencias, para prevenir o, en su defecto, corregir los malos hábitos de sueño en esta etapa de la vida.
Como punto de partida analizaremos los principales problemas del sueño que padecen los niños y las consecuencias que estos pueden ocasionar. Según el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud, los trastornos del sueño son una serie de alteraciones relacionadas con el proceso de dormir, y existen tanto en las etapas de inicio y mantenimiento como durante el ciclo sueño-vigilia (De Santillana, Esquinca, García, Maldonado, Rodríguez, Torres y Zamora, 2010). Esto permite comprender que los problemas del sueño no indican únicamente su falta, sino también los factores que influyen para lograr una calidad favorable durante las horas de sueño. Pero… ¿qué consecuencias se generan a causa de los trastornos del sueño? Y, ¿por qué a los niños les afecta y son vulnerables a padecer estos trastornos?
Según el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ‘’un sueño inadecuado por calidad y/o cantidad puede causar somnolencia, dificultades de atención y, muy probablemente, otros déficits cognitivos y conductuales que afectan significativamente el funcionamiento de los niños y adolescentes’’ (2011, p.319). Lo comentado indica que no mantener un sueño de calidad puede repercutir en la vida del niño y causar cansancio, dificultades para aprender, tanto en la vida diaria como en el entorno escolar, y alteraciones en la conducta que a veces son adjudicadas a otros trastornos, cuando en estos casos lo que necesita el niño es dormir. Además, no se debe tomar en cuenta únicamente la cantidad, sino la calidad, lo cual propicia al niño las condiciones adecuadas para un buen descanso.
Este tipo de trastorno es común, tanto en adultos como en niños. Mientras que en los adultos es normal ver reacciones como irritación, cansancio constante y pérdida de la noción del tiempo, en los niños se pueden manifestar comportamientos agresivos como enojo o irritación, por razones tan simples como no cubrir las horas de sueño que su cuerpo, a edad temprana, requiere. Es indispensable darle importancia a la detección oportuna de estos trastornos, ya que tratarlos de manera temprana acelera el proceso de regularización del sueño.
Uno de los principales problemas del sueño que padecen los niños es el insomnio, o sea, la dificultad para conciliar el sueño. En estos casos es recurrente el movimiento inquietante del niño en la cama o la desesperación por tener que estar acostado a pesar de no poder dormir. Si se presenta este caso es recomendable acudir con un especialista que evalúe cuál es la causa y sugiera las indicaciones necesarias para tratar de manera adecuada el problema.
Por otro lado, se habla del ‘’terror del sueño’’, que, según explican Papalia y Martorell (2015), es cuando los niños comienzan a gritar con la mirada perdida, asustados, durante la noche, pero no están despiertos. En estos casos, no deben ser perturbados mientras dure el estado inconsciente en el que se encuentran, ya que es pasajero, y despertarlo causaría mayores problemas. En condiciones normales, el niño no recordará nada de lo sucedido después del altercado. En la antigüedad, a causa de la ignorancia sobre el tema, se adjudicaba este tipo de síntomas a posesiones demoníacas, lo cual conllevaba a emplear métodos poco ortodoxos, y, aún en la actualidad, se siguen fomentando estos mitos en lugares en donde hay poco conocimiento respecto al tema.
Por consiguiente, los niños que crecen con este tipo de padecimientos, por lo general, tienen un rendimiento académico menor a la media. Si los padecimientos comentados no son tratados y el niño continúa desarrollándose hacia la edad adulta, estos se transformarán en un rendimiento laboral desfavorable, reclusión social e incluso depresión, lo cual propiciará un ambiente con baja calidad de vida.
Las dificultades para dormir, en muchas ocasiones, son provocadas por el mal hábito de no establecer horarios para regular y mantener una disciplina adecuada del periodo de sueño que necesita el cuerpo humano. Limitar nuestro horario de sueño o tener descansos interrumpidos para compensar el sueño, puede ocasionar que los hábitos crezcan y se establezcan de forma permanente.
Un problema frecuente es la desinformación, por la cual se propagan mitos que promueven que los niños duerman durante el día, cuando realmente no lo necesitan. Tanto en guarderías como en hogares es común ver que se mantiene un hábito de siesta en niños, el cual es aprobado por los padres porque creen que es benéfico descansar durante el día, pero genera un sueño de menos calidad durante la noche o la falta de sueño.
Un aspecto importante para mencionar es la normalización de los diferentes problemas de sueño que se presentan en niños, ya que los padres, sin información alguna, consideran que son las ganas del niño de seguir jugando o que desean estar despiertos hasta altas horas de la noche. En estas situaciones se está presentando un grave trastorno que afecta a la vida cotidiana del niño y a su entorno escolar.
Según Papalia y Martorell ‘’Los problemas persistentes del sueño pueden indicar una condición emocional, fisiológica o neurológica a la que es importante prestar atención’’ (2015, p.218). Por esta razón, se deberán tomar en cuenta los aspectos que pueden indicar un trastorno de sueño en el niño, pues hay factores externos que pueden influir en el mal dormir y se les debe prestar la atención requerida para saber cuál es el motivo que afecta y poder erradicarlo.
Podemos concluir en que es lamentable que en la actualidad, con la información que se encuentra en internet, enciclopedias, libros, talleres para padres, entre otros, se sigan propagando ideas equívocas sobre la forma en que se deben tratar los hábitos disciplinarios para un óptimo sueño. Por este motivo, es importante continuar fomentando el respeto al sueño, pues es uno de los pilares para la estabilidad mental y el desarrollo adecuado en la vida del niño.
Se deberá tomar en cuenta el contexto en el que se vive para tratar estos padecimientos y lograr la difusión del problema y la solución adecuada para cada uno de los casos que se siguen presentando. Asimismo, es importante crear conciencia en padres y tutores acerca de estos padecimientos para evitar secuelas graves o permanentes. Sin duda, es mucho el camino por recorrer en este tema, el cual deberá compartirse y priorizarse en beneficio de los niños.
Referencias
De Santillana, S., Esquinca, J., García, A., Maldonado, J., Rodríguez, D., Torres, L. y Zamora, M. (2010). Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos del Sueño. Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud. http://www.cenetec-difusion.com/CMGPC/IMSS-385-10/ER.pdf
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. (2011). Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. GPC-sobre-Trastornos-del-Sueño-en-la-Infancia-y-Adolescencia-en-Atención-Primaria.pdf
Papalia, D. y Martorell, G. (2015). Desarrollo Humano. México. Editorial Mc Graw Hill.
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Gámez, F. (2022). Problemas del sueño y sus consecuencias en los niños. https://universidadvirtualcnci.mx/problemas-del-sueno-y-sus-consecuencias-en-los-ninos/